PEDIDOS tienda Leganes Prado Overa 91.341.00.01

Tienda Madrid Paseo Perales 4 91.463.72.11

Miedo a Cocinar: Mageirocofobia

Publicado el : 28/11/2018
Categorías : Fechas especiales Rss feed

La cocina…ese hobby que a tantas personas relaja por la capacidad que tiene de abstraernos de nuestros problemas. Muchos de nosotros nos movemos por la cocina como pez en el agua, desatando nuestra creatividad al probar especias nuevas, picoteando algún que otro ingrediente —no nos engañemos, que todos lo hemos hecho alguna vez— y abriendo la tapa de la cazuela para olfatear y probar nuestra creación… ¡por no hablar de los halagos que vienen después de todo ese proceso! Olvidémonos de lo aparatoso que puede ser limpiar pegotes de tomate de la pared y quitarnos la fragancia “Eau de Ajo” de las manos.

¿A cuántos de vosotros os están entrando unas ganas terribles de cocinar? Y de comer, y de comer…no nos olvidamos de ese placer sagrado. Bien, ahora ¿a cuántos de vosotros os da pánico pensar en cocinar?

Así es, hay gente que teme a la cocina y, de hecho, el miedo a cocinar es más habitual de lo que pensamos. Tanto es así que tiene su propio término: mageirocofobia, que puede adoptar diferentes formas. ¡Veamos cuáles!

Como todas las fobias, el miedo a cocinar es un temor extremo, irracional y desmedido, en este caso, a la actividad culinaria. No se trata de que no haya gusto por la cocina, sino de que esta provoca un enorme disgusto y una ansiedad intensa.

El miedo a cocinar puede venir a raíz de otros miedos más generalizados, como el miedo a los espacios pequeños que algunas cocinas tienen, el miedo al rechazo ante un plato mal cocinado, el miedo a propagar enfermedades, miedo a las recetas difíciles o un miedo relacionado con un trastorno de la alimentación. Asimismo, las experiencias desagradables pueden provocar que le cojamos miedo a, por ejemplo, cuchillos o fogones. Por esto mismo, la mageirocofobia abarca una variedad de temores, desde la simple petición de cocinar hasta la propia elaboración de los platos, pasando por el uso de algunos utensilios de cocina o la crítica de los comensales —que muchas veces están encantados con nuestra comida, aunque nosotros no aceptemos sus cumplidos, ¿verdad? —.

Al igual que la variedad de causas es amplia, así lo es la variedad de síntomas que el mageirocofóbico —se las trae la palabrita— experimenta: sensación de ahogo, palpitaciones, sudoración, mareos…

Principalmente, el rechazo a cocinar lleva a estas personas a evitar cualquier lugar donde se esté realizando dicha actividad. Efectivamente, el pánico puede desatarse incluso cuando es otra persona la que está cocinando.

¡Tú! Sí, tú. La persona que se está poniendo nerviosa solo de leer esto. ¿Te sientes identificado con lo que estás leyendo? Pues la buena noticia es que la fobia a cocinar se trata. Dichos tratamientos van orientados a cambiar los pensamientos que saltan ante todo lo que tiene que ver con la cocina y en irse acercando poco a poco a lo que nos da tanto miedo. Tranquilidad, que no van a poner a nadie a hacer una empanada el primer día; se empieza por ver imágenes y vídeos y, poco a poco, te va acercando más a la cocina. Además, un profesional acompaña al mageirocofóbico para ayudarle a bajar la ansiedad y enfrentarse al problema.

Se recomendará al temeroso de los fogones que empiece a preparar, una vez por semana, platos sencillos que no impliquen riesgos como cortarse o quemarse, así como preparar un plato que nos encante y cocinar con alguien que se maneje bien en este mundillo. También se pedirá a la persona con esta fobia que cocine para personas cercanas que le motiven con sus buenas críticas. Sí queremos remarcar que todo lo anterior debe realizarse bajo la supervisión de un profesional que nos pueda orientar para resolver este problema, en lugar de empeorarlo por querer ir demasiado rápido o por no saber controlar esa horrible ansiedad.

Si has sentido miedo a cocinar alguna vez, ¿cómo lo superaste? ¿estás aún en proceso? ¿qué crees que te ayudaría a perder este miedo? ¡No dudes en dejarnos un comentario!

Y recuerda que, si tienes un día tonto y simplemente no te apetece cocinar, nuestras empanadas hacen un muy buen apaño.

Si te ha gustado, no dudes en compartirlo con tus amigos

Añadir un comentario

 (con http://)