Publicado el : 27/03/2018
Categorías : Empanadas
Llega Semana Santa, nos toca volver a hacer la maleta y cargar el coche de comida y mantas para visitar a nuestros seres queridos. En este puente las carreteras españolas se llenan de coches rumbo a las pequeñas localidades donde van a compartir potajes, procesiones, momentos de relax y sobre todo torrijas.
¿Quién puede pasar la Semana Santa sin probar este dulce pecado? Creemos que los más 46 millones de habitantes de España van a redescubrir el pan no como un simple acompañamiento de comidas o cenas, sino como elemento principal del plato.
¿Conoces el origen de este postre-tentempié-desayuno?
Nos toca coger la máquina del tiempo o, con permiso de El ministerio del tiempo, abrir la puerta del s. XIV para encontrar las primeras tostadas doradas con huevo batido y un toque final de azúcar espolvoreado.
El autor Juan del Encina en el s. XV las cita como referente repostero en época de Cuaresma. ¿Os podéis imaginar por qué son tan importante en este período? Es debido a la necesidad de aprovechar el pan sobrante ya que no se podía comer carne y se producía pan exceso, por eso se las ingeniaron para darle una segunda vida.
¿Sabes cómo se preparan las torrijas?
Como os hemos comentado el elemento principal es el pan, se empapan de leche o vino y se fríen con abundante aceite y, una vez escurridas, se bañan en almíbar creado con miel y agua; como opción se puede hervir el agua con una cáscara de naranja o limón. Para su presentación se espolvorea con azúcar y canela.
Existen dos tipos de torrijas: las elaboradas con leche o con vino ¡Si señor, el alcohol vuelve a la gastronomía! En este caso, se selecciona el vino blanco, moscatel o vino dulce de pasas.
Los vegetarianos también disfrutan de esta delicia, sustituyendo la leche de vaca por leche de soja y los huevos por harina de garbanzo, soja o legumbre.
La torrija y el mundo
Aunque no lo creamos, la torrija es un dulce con presencia casi mundial ya que con la inmigración de los españoles se fue expandiendo nuestra gastronomía. Es un referente en la época de cuaresma en Latinoamérica, no así en Europa donde se consume en cualquier época del año.
Al igual que en Latinoamérica, en España la mayor cantidad de torrijas son degustadas en época de Semana Santa entre los meses de marzo y abril. Como curiosidad, en Asturias las torrijas —también denominados picatostes— son un dulce típico de Carnaval.
Aunque todas las recetas tienen como elemento principal el pan, hay algunas localidades latinas que utilizan un pan dulce elaborado especialmente para la ocasión.
En Europa se ha popularizado como pan francés, French toast o pain perdu (pan perdido) haciendo referencia directamente al uso del pan excedente y duro de otros días. Esta variable no se reboza ni se fríe en abundante aceite, sino que se tuestan a la plancha con una fina capa de aceite o mantequilla.
No sé vosotros, pero a nosotros se nos hace la boca agua solo de pensar en esta delicia. Y vosotros, ¿ya tenéis pensado si vais a consumir estos dulces? ¿Cuántas torrijas seréis capaz de comeros?