Publicado el : 22/11/2019
Categorías : Empanadas
En esta época del año, y con las lluvias que hemos tenido, muchos aficionados a la micología salen a explorar los bosques en busca de un delicioso manjar: las setas. Níscalos, boletus y champiñones silvestres coronan muchos exquisitos platos en otoño.
Sin embargo, es de vital importancia ir a recogerlas con un experto que sepa reconocer unas y otras para evitar intoxicaciones con desagradables síntomas, e incluso la muerte. No es suficiente con ir manual en mano y fiarse solo de las fotografías: las setas pueden ser muy engañosas y poder distinguir bien un simple champiñón de una amanita blanca verna supone la diferencia entre degustar un plato delicioso y un fallo hepático mortal. Además, el aspecto anodino de muchos de estos ejemplares no nos lleva a pensar que puedan ser setas venenosas, lo cual es un problema añadido.
Como no nos tomamos esto a broma, os vamos a dejar a continuación una lista con las setas más venenosas que hay por nuestras tierras. Si salís de expedición micológica, alejaos de ellas y, repetimos, consultad siempre con un experto. ¡Allá vamos!
Tras esta lista se os pueden quitar un poco las ganas de comer setas, ¿verdad? Pero tranquilos, siguiendo los consejos básicos de seguridad podéis disfrutar de una comida deliciosa y en absoluto tóxica, y capturada con vuestras propias manos.
Sin embargo, queremos avisaros también de que hay ciertos mitos falsos con respecto a la micología. En primer lugar, las cucharillas de plata no se ennegrecen con las setas cocidas, ni las setas tóxicas hacen que el ajo o la cebolla se oscurezcan. No, no pierden las toxinas con vinagre o sal. Dejaos de métodos caseros y consumid siempre las setas que sepáis con absoluta seguridad que son comestibles, por vuestra propia salud.
¿Conocíais estas setas venenosas? ¿Nos hemos dejado alguna? ¡No te cortes y coméntanoslo!