A raíz de las noticias de este verano sobre ciertas enfermedades producidas por la ingesta de alimentos contaminados han surgido muchas dudas sobre qué tipo de enfermedades alimentarias son las más comunes y en qué productos se encuentran. Es importante recordar, sin embargo, que existe un estricto control tanto de la producción como de la elaboración y comercialización de todo lo que comemos, por lo que los brotes de infecciones son poco frecuentes. Aun así, es importante saber cómo podemos reforzar esa seguridad para evitarnos sustos innecesarios.
Muchas veces, las toxiinfecciones alimentarias no pueden detectarse por el aspecto, color y sabor del alimento, pero su presencia se hace patente con los molestos —y, en ocasiones, graves— trastornos gastrointestinales que producen. Quédate a leer nuestro artículo para conocer los distintos microorganismos y toxinas más comunes en los alimentos:
- Salmonella: Un clásico entre las infecciones alimentarias. Ya hablamos de ella en profundidad en otro artículo. Se encuentra en carnes crudas, mariscos crudos y huevos. Los síntomas van desde unas simples náuseas a fiebre y vómitos que suelen durar entre 1 y dos días. Es sensible al calor, así que una cocción adecuada y una correcta higiene nos pueden prevenir de ella.
- Listeria monocytogenes: Otro de los pesos pesados; muy sonado este verano. La enfermedad que causa cursa con fiebre, dolores musculares, náuseas y diarrea. El problema de esta infección es que puede propagarse al sistema nervioso y manifestarse como una menigoencefalitis, que ya son palabras mayores. Su transmisión se produce por consumir leche sin pasteurizar, alimentos crudos —tanto carnes como verduras—, y alimentos procesados que ya se han contaminado, como los quesos blandos o carnes frías.
- Norovirus: Algo menos conocido, pero muy presente entre las causas principales de gastroenteritis adquirida en restaurantes debido a su rápida transmisión entre personas en lugares concurridos. Cualquier alimento crudo o mal manipulado después de cocinarse puede contener norovirus, especialmente las verduras de hojas verdes, frutas frescas y moluscos vivos. Sabrás de su presencia por los vómitos, diarreas, cólicos estomacales y escalofríos que causa, entre otros síntomas. No es una enfermedad grave y en 1 ó 2 días suele pasarse.
- Escherichia coli: De esta conocida bacteria existen varios tipos, la mayoría inocuos para el ser humano. En caso de infección, pasadas 24-72 horas tras la ingestión del alimento contaminado se tendrán dolores de estómago, fiebre, gases, vómitos y diarrea. Se puede encontrar en frutas y verduras contaminadas crudas o sin lavar, leche sin pasteurizar, carne mal cocinada, agua infectada…
- E-coli 0157:H7: Es una de las cepas de la Escherichia coli, pero ésta puede causar una enfermedad grave, que cursa con diarrea aguda con sangre, poca fiebre y, a veces, fallo renal. Suele asociarse a la carne de vacuno contaminada e insuficientemente cocinada, así como al consumo de coles de Bruselas, lechuga o salami. El contacto con una persona que lo padezca puede contagiarla. Como siempre, la recomendación para evitarla es cocinarla bien y tener una escrupulosa higiene.
- Toxoplasma gondii: Sus síntomas se asemejan a los de la gripe, por lo que su infección pasa desapercibida. Normalmente, solo se activa una vez en la vida, aunque el parásito permanece en el cuerpo por tiempo indefinido. No produce daños, salvo que sea contraída por una mujer embarazada. Lo más habitual es contraerla por exposición a excrementos de gato, por comer carnes crudas, leche de cabra, huevos crudos e insectos.
- Clostridium perfrigens: Suele proliferar en alimentos que se mantienen calientes después de su preparación. El riesgo de contraerla está en la contaminación cruzada —alimentos cocinados que entran en contacto con alimentos crudos o superficies donde hayan estado— y suele habitar en carnes y derivados. La infección produce diarrea e intenso dolor abdominal, aunque los síntomas desaparecen tras 24 horas.
- Campylobacter: Es fácil contraerla consumiendo leche sin pasteurizar, carne cruda y agua contaminada. Los síntomas —fiebre, dolor abdominal y diarrea— se producen entre 2 y 10 días tras la ingestión y pueden durar una semana. Si se complica, puede derivar en meningitis, problemas del tracto urinario, artritis y Guillain-Barré.
- Clostridium botulinum: Conocida como botulismo alimentario, suele producirse por alimentos mal conservados, no importa del tipo que sean. Cursa con vértigos, visión doble, dificultad respiratoria y distensión abdominal, entre otros.
- Bacillus cereus: Sus síntomas son muy similares a los de la Clostridium perfrigens y ocurren entre 6 y 15 horas tras consumir el alimento y suelen durar un día. Se encuentra en multitud de alimentos como carnes, leche, verduras, pescados, elaborados a base de arroz, pastas y quesos.
Ahora que ya conoces cuáles son las toxiinfecciones alimentarias más comunes, y que sabes que los alimentos que consumes cada día se asocian a ellas, esperamos que tengas mucho más en cuenta las recomendaciones sobre cómo mantenerlos y prepararlos para su consumo. ¿Hay alguna de estas intoxicaciones que no conocieras? ¡No dudes en dejarlo en comentarios!