Publicado el : 24/05/2019
Categorías : Empanadas
Las espinacas han dado la vuelta al mundo con nuestro viejo conocido, Popeye, que obtenía su fuerza de una lata a la que estrujaba como si no hubiera un mañana y de la que salían disparadas dichas espinacas, protagonistas del artículo de hoy, hacia su boca, con una puntería certera. Sin embargo, debemos ser conscientes de que las espinacas de lata pueden no tener todas las vitaminas, fibras y minerales de las que tienen la propia verdura fresca.
Como nunca nos dejaron ver la etiqueta de la susodicha lata, tal vez nos falte información de los nutrientes que tienen estas verdes hojas y en qué pueden ser beneficiosas para nuestra salud. ¡Así pues, ya nos encargamos nosotros de ponerte un poco al día!
Para empezar, nos gustaría resaltar un dato curioso: las espinacas pertenecen a la misma familia que la remolacha, la quinoa —como lo leéis, ¿quién lo diría?— y la acelga. Esta verdura crece en climas cálidos y está disponible todo el año, gracias a su constante cultivo y exportación en EE.UU. y China.
Existen diferentes variedades de espinaca según la forma de cosecharlas, la textura o el sabor:
Si algo tenemos claro de las espinacas, es que tienen unas propiedades nutricionales envidiables: su composición es básicamente agua y apenas tiene grasas e hidratos de carbono, a diferencia del nivel de proteínas, que es bastante alto. Son, también, muy ricas en ácidos grasos Omega-3 y fibra, sobre todo en la parte de los tallos. Las espinacas pueden presumir de ser una fuente natural de vitaminas —vitaminas A, C, E y K, así como algunas del grupo B— y minerales, como el calcio, potasio, magnesio, hierro, magnesio, manganeso y fosforo. Su contenido en flavonoides y carotenoides la dotan de propiedades antioxidantes, necesarias para ralentizar el envejecimiento celular.
No seáis impacientes. Vamos, por fin, a la parte que más nos interesa: los beneficios de las espinacas, que no son pocos.
Sin embargo, hay ciertas cosas a tener en cuenta antes de inflarse a espinacas. Por muy beneficiosas que sean, hay ciertas personas que pueden ver su salud un poco deteriorada si las consumen: hablamos de personas con enfermedades como la gota, artritis reumatoide, cálculos renales o artrosis, que pueden sufrir más dolores todavía con las espinacas, debido a los oxolatos que contienen, que disminuyen la absorción del calcio. Para mejorar dicha absorción, se recomienda hervirlas, reduciendo, así, el contenido de oxolatos. También aumenta la absorción de calcio el consumirlas con tomates o cítricos, ricos en vitamina C.
Ya hemos visto lo buenas que son, y lo ricas que están. ¿Solo a nosotros nos han entrado ganas de unas buenas espinacas? Ya sabíamos que no y, por eso, te recomendamos que encargues una de nuestras empanadas de Philadelphia y espinacas antes de que se te pase el antojo de tan nutritivo y sabroso bocado.